Es una antigua casa restaurada por sus actuales dueños que sin embargo no ha perdido todo el sabor de las antiguas casas de vecinos.
Tras un pequeño zaguan nos encontramos el patio con planta de trapecio con una galeria soportada por pilares de hierro en dos de sus lados en la planta baja.
En el mismo nos encontramos un antiguo pozo arabe con brocal de hierro forjado y en otra de sus paredes una artistica fuente con un relieve de San Rafael, custodio de Córdoba.
Entre sus plantas destacan el limonero, un arbol de Pacifico, los boj en maceta y gran cantidad de helechos, sin faltar la típica gitanilla y los geraneos.
Sin duda un rincón para disfrutar de la más pura arquitectura popular cordobesa.