Córdoba, y la frase resume mejor que nada el espíritu del recinto. No puede haber nada más castizo y completo, en lo tocante a patio, en un inmueble más reducido. Y pese a todo, tienen cerca de medio millar de macetas que, además, este año presentan de añil en lugar de verde. Imagínese el trabajo de pintarlas. En la antigua casa de vecinos llegaron a vivir hasta tres familias, de las que quedan sus huellas en el pilón, el pozo, la escalera… Lo dicho: no falta de nada y eso que el inmueble apenas tiene una planta de 125 metros cuadrados. Estuvo un periodo casi abandonado y sin concursar, pero Córdoba ha ganado con la recuperación de este espacio, con orígenes en el siglo XVI.