La Iglesia de San Mateo de Lucena, es el templo mayor y mejor conservado de los que se edificaron a principios del siglo XVI en la Campiña cordobesa. En el siglo XVIII se incorporó al edificio la capilla del Sagrario, una de las más significativas obras arquitectónicas de esta tipología del barroco andaluz.
La iglesia se realizó, a partir de 1498, terminándose hacia 1544, con el mecenazgo de Luis Fernández de Córdova, segundo marqués de Comares.
La Capilla del Sagrario, que se comunica con la Iglesia a la altura del segundo tramo de la nave de la Epístola a través de una portada de mármoles polícromos con minuciosas labores de embutido, es una obra señera del Barroco andaluz, diseñada por Leonardo Antonio de Castro y ejecutada entre 1740 y 1772. Lo determinante en la configuración de este espacio es la decoración: sobre un zócalo de mármoles rojos de abultados placados de perfiles geométricos, surge una espesa red de yeserías que se elevan hasta la cúpula en la que se concentra el mayor abigarramiento de motivos. El fondo está pintado en azul, en contraste con el blanco de las yeserías y las aplicaciones de dorados. Entre este rico revestimiento ornamental se despliega un completo programa iconográfico, alusivo al Sacramento de la Eucaristía. En el centro de la Capilla se encuentra el tabernáculo de madera, levantado sobre cuatro altares. Es una estructura abierta con arcos de medio punto sobre originales estípites calados con ángeles y sinuosas rocallas.